«Yo digo que la vida perfectamente puede estar hecha de la misma materia de las películas.»
María Margarita es una niña con el extraño don de contar películas.  Cuando al poblado llega una de Mariliyn Monroe, Gary Cooper, Charlton  Heston, o una mexicana con hartas canciones, en su casa se juntan las  monedas exactas para un boleto y la mandan a ella a verla. Al volver del  cine tiene que contarle la película a su padre, postrado en un «sillón  de ruedas», y a sus cuatro hermanos. Y tiempo después, ya famosa, a todo un público que la espera impaciente.  Junto a las peripecias de la niña, convertida de pronto en la mejor  contadora de películas de la salitrera, Hernán Rivera Letelier narra la  historia mágica de los cines en la pampa, en sus tiempos de esplendor y decadencia.